19 may 2009

Carta para un hombre desconocido

Un hombre se miró al espejo y no se reconoció, el era el más bello de la ciudad, el más adinerado y no le faltaba nada, y solo veía a un mendigo sucio, pobre y deteriorado. Se quedó inmóvil por tres segundos y mandó a sus sirvientes a triturar el espejo. Pero en su memoria una y otra vez recordaba esa imagen, ¿Cómo puede ser?, si tengo todo, si soy el mejor, el mas bueno de todos, siempre regalo mi dinero a los más necesitados, siempre ayudo a las personas, voy a misa todos los domingos ¿Que puede pasar?, en ese instante golpearon a la puerta ningún sirviente se movió y él se dirigió a abrir, cuando llega no había nadie solo una hoja de papel, se apuró en recogerla y la leyó “ Esa imagen es tu interior, tienes todo pero eso no sirve de nada, te puede servir pero no te ayudará a purificar tu alma, te estas muriendo, te vuelves cada día más sombrío, aunque ayudes a todas las personas, aunque vayas a misa, eso no lo haces de corazón, si no que es solo para aparentar, te pusiste miles de máscaras y realmente olvidaste quien eres, no te conoces, ya nadie sabe quien eres, te conviertes en un animal, en un demonio y creíste que tu vida era perfecta y en verdad es patética” El hombre nunca se dio cuenta el daño que se hizo y que se hacia, y en la noche se suicido, no pensó en otra salida, porque tuvo miedo a cambiar, se acobardo y busco el peor final, morir en las manos del diablo.